

Al inicio de la era Mesozoica todos los continentes estaban unidos. La separación progresiva de los continentes fue acompañada de la creación de la litósfera oceánica.
La teoría de la Tectónica de placas o Tectónica global, además de explicar el desplazamiento de los continentes y océanos, nos permite comprender los fenómenos que dan lugar a la formación del relieve y las causas de la actividad sísmica y volcánica en el mundo.
La formación teórica completa y el desarrollo de la Tectónica de placas fue desarrollada entre 1960 y 1965 por los geofísicos Tuzo Wilson (Teoría del Ciclo), Jason Morgan y Harry H.Hess. Según esta teoría, la corteza terrestre está formada por una serie de bloques rígidos denominados placas tectónicas, las cuales comprenden la corteza y la parte superior del manto que se mueven sobre la astenosfera.
Las placas tectónicas se desplazan lentamente sobre el manto superior, el mecanismo propulsor de este movimiento sugieren que “es la superficie superior de los movimientos del flujo convectivo del manto”.
Los fundamentos de la teoría de la Tectónica de placas fueron la teoría de la Deriva continental y la de la Expansión del fondo oceánico.
Propuesta por Alfred Wegener, sostuvo la idea de que las masas terrestres hoy separadas, formaban en el pasado geológico una única e inmensa masa continental, que denominó Pangea.
Este supercontinente inició un proceso de fragmentación y alejamiento de sus componentes durante el mesozoico que continúa hasta nuestros días. A lo largo de millones de años los continentes adquirieron su distribución actual.
El problema de la teoría es que nunca pudo explicar el mecanismo capaz de mover a masas tan gigantescas.
Argumentos de esta teoría:
Esta teoría, propuesta por Hess, señala que el suelo de los océanos se está separando continuamente a lo largo de estrechas grietas por donde ascienden materiales volcánicos del manto superior, dando lugar a la formación de una nueva corteza. Los límites de las placas pueden ser de 3 tipos:
Los límites constructivos corresponden a las zonas de expansión. Son los lugares donde las placas se están separando y aflora el magna procedente del interior, lo que origina la creación de nueva corteza y la formación de grandes cordilleras volcánicas submarinas llamadas dorsales oceánicas. Ello da lugar a la separación de los continentes y expansión del fondo oceánico. La actividad volcánica y sísmica es menos intensa.
Los limites destructivos corresponden a las zonas de subdicción, donde una de las placas se superpone a la otra y la empuja hacia el manto, con lo que se destruye la corteza terrestre. Se forman fosas tectónicas y grandes cordilleras costeras. Hay gran actividad sísmica y volcánica.
Son zonas de contacto en las que los movimientos son horizontales, y de donde no se crea ni se destruye la litosfera.
Al inicio de la era Mesozoica todos los continentes estaban unidos. La separación progresiva de los continentes fue acompañada de la creación de la litósfera oceánica. La expansión de los océanos debería ir acompañada de un proceso que compensara la generación de un exceso de litósfera. El proceso es la destrucción de ésta en las zonas de subducción. A continuación te presentamos algunos de los movimientos que ocurrieron en esta era:
Al principio del Triásico, toda la masa terrestre formaba un gigantesco supercontinente conocido como Pangea, que a mediados de este período comenzó a fragmentarse. Con la formación de una fractura que sería ocupada por el mar de Tethis, iniciaría un proceso de dispersión que aún continúa. Pangea en aquel entonces estaba rodeada por el océano Phantalasa.
Al finalizar el Jurásico, continúa la fragmentación del supercontinente de Pangea. Se forma el océano Atlántico Central –que era estrecho- con lo que inicia la separación de África de Norteamérica del este, la cual estuvo plenamente conectada al océano Pacífico debido a que América Central no existía en ese tiempo. Al este, en la zona ecuatorial, el mar de Thethis – que era amplio- dividió el mundo en dos grandes masas de tierra: Laurasia y Gondwana rodeadas del lado oeste por el océano Pacífico (Panthalasa).
Gondwana oriental estaba empezando a separarse de Gondwana occidental. En las áreas gondwánicas aparecen episodios volcánicos en India, África y en América del Sur. Hacia fines del Jurásico se comienzan a separar América del Sur y África. Se formaron fósiles por la acumulación de enormes cantidades de animales y vegetales atrapados en las rocas calizas, así como grandes yacimientos de petróleo y gas. Por ello, el yacimiento energético más importante en la actualidad se formó hace más de 135 millones de años.
La actividad sísmica debido a las zonas de subducción al oeste de Norteamérica, originó la formación de la Sierra Nevada al suroeste de lo que hoy corresponde a Estados Unidos. En el transcurso del período se fue ampliando la fractura atlántica y se incrementó la actividad volcánica. Mientras tanto, el Mar de Tethis paulatinamente se iría cerrando hacia el este.
La apertura de Tethis suaviza globalmente el clima, que se hace más oceánico, menos contrastado, y sobre todo, menos seco; con lo que disminuyen las regiones áridas ecuatoriales tan prominentes en la Pangea durante el Triásico. Además, introduce una nueva barrera infranqueable entre ambos hemisferios. Al fragmentarse Pangea, los climas secos se concentran en las áreas cercanas al Ecuador y conforme se alejan de éste, las temperaturas se tornan cálidas y frías en las zonas polares. Bajo estas condiciones se propagaron los dinosaurios, que dominaron el ambiente. También aparecieron y se diversificaron las coníferas modernas.
La separación de América del Sur y de África está relacionada con la actividad volcánica. Dicha actividad originó gases que provocaron cambios en la composición química –lluvias ácidas causadas por el SO 2 – y en el clima –fase muy cálida-.
Algunos investigadores consideran que los episodios de fuerte vulcanismo afectaron 80% de las especies planetarias y probablemente facilitaron el advenimiento de los dinosaurios, que iban a dominar la Tierra durante los siguientes cien millones de años.
Durante el Cretácico, las dos masas continentales se habían dividido en masas de tierra aún más pequeñas, que estaban en camino de convertirse en las actuales formas continentales. La placa continental africana, al desprenderse de Gondwana y derivar hacia el norte, sometió a los sedimentos del mar de Tethis a poderosas fuerzas de compresión; creando así las raíces de plegamiento alpino europeo que daría lugar en la siguiente era a las montañas de los Alpes.
Hacia el este, India, al separarse de Gondwana, forma primero una isla en el océano Índico y luego en su deriva hacia el norte, empezó a plegar los sedimentos del Tethis oriental. La Antártida y Australia, aún unidas, derivaban hacia el sur y el este. El ininterrumpido movimiento hacia el oeste de Norteamérica generó fuerzas orogénicas que dieron lugar a la elevación de las montañas Rocosas, en lo que corresponde a una zona de subducción.
Dentro de las principales consecuencias de la fragmentación de la Pangea se encuentran las siguientes:
En la siguiente imagen puedes observar los cambios que sufrió la Tierra por el movimiento de las placas y la deriva continental.
Ahora revisa la siguiente información sobre las placas tectónicas
Para repasar contesta el siguiente cuestionario, eligiendo la respuesta correcta.
Arrastra los conceptos que corresponden a cada límite de placas.
La corteza se subduce, se ablanda y se funde en la astenosfera.
Las placas se deslizan siguiendo un plano de fractura vertical que se extiende a lo largo de todo el espesor de la litosfera.
Se produce un crecimiento o expansión de la placa por generación y consolidación de material proveniente de la astenosfera.